domingo, 9 de septiembre de 2001

La tautología de la existencia

Lo cierto es que cada persona quiere identificarse a si misma. “Yo soy alegre”, “yo soy lindo”, “yo vivo aquí”, “esta es mi ropa”. Sin embargo ese yo se forma por las delimitaciones y el enfrentamiento con los demás, es decir, sin los demás no podría saber que yo soy yo.

Veámoslo así, de bebes no tenemos una imagen definida de nosotros mismos, podemos oler, podemos escasamente ver nuestras manos, pero no sabemos que somos hasta que nos enfrentamos al primer ser extraño a nosotros: nuestra madre. La primera persona extraña a mí es mi madre y a través del contacto con ella me reconozco a mi, pues lo que no es ella soy yo. Es decir la utilizo como si fuera espejo de mi yo.
Por lo misma razón las personas buscan asociarse, por eso duele vivir, por eso duele la soledad, ya que en las demás personas buscamos ser amados, ser valorados, para sentirnos valorados, para sentir que tenemos valor, pero allí radica el primer gran problema.

En la búsqueda del otro y en la búsqueda de gustarle a alguien más comienzo a creer que la realidad viene desde fuera, pues finalmente desde la sombra que proyecto me veo. O sea, las palabras como “eres feo”, “eres chico”, “no me gustas”, “te odio”, “eres flaco” comienzan a pesar en nuestro corazón como lo que las otras personas ven de nosotros y por tanto creemos que así somos de verdad

No obstante, no son las otras personas las que forman mi yo, soy yo el que reconozco la diferencia entre los demás y mi mismo, es decir yo formo mi yo, aunque mi corazón necesite dentro de él a otros para reconocerme diferente.

Veámoslo de la siguiente manera.





Imaginemos un mundo vacío en donde sólo está mi existencia sin límites ¿cómo tener una imagen concreta de mí?






Si hay un mundo infinito sin otras personas que nos puedan hacer daño y que nos puedan decir que es lo que somos ¿cómo tener una imagen concreta de mí sin ellos? ¿Qué hacer? ¿Hacia dónde ir?








Tenderemos una ayuda.
¡Listo!
Ya hay cielo y tierra, arriba y abajo, pero ya no estoy tan solo, existe un suelo bajo mis pies que me dice que yo soy un ser que se para sobre algo y que puede decidir si caminar o no.








Pero eso no quiere decir que no se pueda elegir el mundo, por el contrario esto da diversas alternativas de mirar nuestro entorno, nuestra realidad, ya que no hay una realidad fija, esta va cambiando según como se la mire y por tanto puede haber tantos mundos como formas de mirarlo. ¿Quién dice que nosotros estamos parados sobre la tierra? ¿qué acaso esta no es redonda? Talvez ella esté posada sobre nosotros, quizá estemos colgados al lado de ella, o talvez el cielo este abajo.



Existe una realidad que va cambiando con el tiempo

Una forma de pensar (positivista) dice que la realidad existe fuera de nosotros y por tanto no se puede cambiar, no se puede escoger. No podemos escoger ser amados, no podemos escoger que nos valoren, no podemos escoger, estamos atrapados en un mundo oscuro y gris.

Pero hay muchas realidades. Esta es una de ellas. Es el resultado que yo deseaba.
- ¿Lo que yo deseaba?
Esto es lo que yo deseaba: eso es la realidad.
- ¿Qué significa la realidad?
Significa mi mundo, mi propio mundo que avanza con el tiempo, el espacio y los demás.
El mundo que decida yo mismo tal como lo concibo y lo entiendo.
Es el mundo que ha sido creado para mí: esa es la realidad.
Es el mundo en donde yo mando, es el mundo en el que decide es mi propio corazón: eso es la realidad.
Todo lo que deseo yo mismo.
- ¿Dices que era yo el que deseaba un mundo tan oscuro e inestable?
Si, tú deseabas un mundo cerrado y agradable para ti, para proteger tu débil corazón, un mundo para complacerte a ti mismo, un mundo donde todo está donde debe estar, un mundo en donde te liberas de elegir. Esto es el resultado de tus deseos.

El deseo de ser amado

Todos deseamos ser amados para encontrar que nuestra existencia tiene valor. Pero cuando no encontramos ese amor, cuando no lo vemos, comenzamos a creer que no valemos nada para los demás y que por tanto nuestra existencia no tiene valor: podemos llegar a perder el valor de vivir.

Creemos que no le gustamos a los demás y comenzamos dejar de gustarnos nosotros mismos.

- Yo no tengo ningún valor.
No lo creas, yo creo que esas son ideas tuyas.
- No tengo nada
¿Y el valor para vivir?
- No lo tengo, por eso no me gusto a mi mismo.
Eso es lo que tú crees
- No, porque yo mismo me odio.
¿Por eso crees que los demás piensan lo mismo?

Comenzamos a creer que nadie nos ama y dejamos de amarnos a nosotros mismos, pero olvidamos una gran verdad: la verdad no existe, existen tantas verdades como personas.
Cada persona puede escoger su mundo y puede escoger amarse a sí mismo, es decir cada quien debe cuidar de sí mismo, ya que nadie puede entender al otro, es un universo paralelo.
Es cierto que formamos nuestra identidad gracias a los otros en un primer momento, pero luego ya podemos elegir por nosotros. No podemos ir por la vida buscando nuestro valor en la aceptación de otras personas, debemos aceptarnos nosotros mismos.



Desde otro punto de vista:

La verdad existe en el corazón de cada persona y cada una tiene la libertad de cambiar su realidad, pero si tú no actúas según tu propia voluntad, estás muerto, nada cambiará. Así la persona sin voluntad de vivir ya esta muerta, pues no se ve a sí mismo dentro de su corazón, no ve el valor que tiene, si no que ve el mundo oscuro y el odio de los demás que el quiso ver.

Si tú no te amas a ti mismo no puedes ser amado por los demás, porque escogiste el mundo en donde tu persona no tiene valor. No obstante, todos pueden escoger seguir viviendo, mientras lo hagan tienen la oportunidad de ser felices y si encuentran su propio valor encontrarán su propia verdad.

El tiempo siempre cambia y tu mundo está creado por el cambio continuo, es un mundo muy flexible que cambia dependiendo de tu pensamiento. Nada durará eternamente por mucho que así lo parezca.


Mirémoslo desde otro punto de vista:


“Te sientes bien si hace buen tiempo”

“Los días de lluvia son deprimentes”



Te lo enseñan así y terminas pensando así, pero en los días de lluvia también pasan cosas divertidas. La verdad que hay en el interior de las personas es muy frágil y cambia muy fácilmente con las influencias externas, no obstante es tu corazón el que decide cual es la realidad auténtica, así también es tu corazón el que se lo toma mal y siente angustia ante la realidad.

Pero la realidad existe en un lugar desconocido dentro de tu corazón, y los sueños existen dentro de la realidad. Lo que hay dentro del corazón de una persona moldea su apariencia y las nuevas imágenes cambiarán sus corazones y sus formas. El poder de los sueños consiste en la habilidad de crear tu propio futuro y el poder de crear tu propio flujo de tiempo.

No olvides que es tu corazón el que decide cual es la realidad auténtica. Ya que si cambias el punto de vista con el que vez la realidad en las situaciones cambiará radicalmente lo que siente tu corazón, porque en el mundo hay tantas verdades como personas, pero para ti sólo existe una verdad, es una verdad limitada y deformada por todos los engaños que utilizas para defenderte, pero es tu verdad.

El problema es que las personas sólo quieren ver las cosas desde el punto de vista de los demás y sencillamente muchos no están acostumbrados a que la gente los quiera y los valore, y por tanto comienzan a pensar que no tienen valor, empero eso es lo que ellos escogieron creer, escogieron ser y escogieron mostrar a los demás. Sin embargo, también puedes escoger ver dentro de ti tu propio valor, tu valor para vivir esta dentro de ti, tu felicidad, tu capacidad para empezar de nuevo y hacer las cosas bien también está dentro de ti, pero no lo quieres ver ni lo quieres crear.

Finalmente, no debes que preocuparte de la cara que pone la gente ante las cosas que tú haces y deja de preguntarte donde encontrarás tú felicidad porque la respuesta es la más obvia que puedes esperar: tú eres tú.