sábado, 28 de agosto de 2010

Lo que no se debe callar (Parte 1)



Al parecer luego de tanto bombardeo mediático por el lamentable accidente en la mina San José, los medios desinformativos han olvidado algunas verdades ocultas en el Chile de hoy. He aquí mi resumen informativo:

Aumento de la pobreza:

A nuestros políticos y medios desinformativos ya se les olvido el aumento de la pobreza que arrojó la encuesta CASEN, aunque ésta utilice como referente una canasta familiar de 1987, como indicó el actual ministro de hacienda Felipe Larraín durante la medición en el gobierno de Bachelet. "En la ocasión, frente al supuesto 13,9 % de pobreza que anunció triunfalmente la ex mandataria, Larraín (...) afirmó que el porcentaje en realidad bordeaba el 30 % (más de 4 millones de personas bajo la manipulada “línea de la pobreza”)"[1]. Sin embargo, hoy frente a la misma medición prefiere callar para no incomodar a su jefe.

No obstante, a lo que se le dio poca o nula importancia no fue a que resultado de la crisis económica hubiese aumentado el número de pobres, si no que durante el mismo periodo aumentó la riqueza del 10% más rico del país, distanciando aun más ricos de pobres. Es decir, no sólo la crisis económica la pagaron los más pobres, si no que los ricos ganaron dinero a raíz de esta situación. Talvez esto tenga directa relación con que ante cualquier amenaza económica de las crisis cíclicas del capitalismo el gobierno no dude en sacar dinero de las arcas fiscales para proteger a los empresarios, quitando recursos a los programas sociales.

Otra verdad no difundida tiene relación con el fraude de las cifras de la encuesta CASEN, puesto que si se hiciese la misma medición con parámetros europeos la cifra de pobres llegaría fácilmente al 60%. O si más bien se hiciese una medición como la realizada por Marcel Claude, director del Área de Estado, Economía y Gestión de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y director de Diario Uno, en donde incluye los costos reales que enfrentan los chilenos como transporte, educación, vivienda, salud, alimentación, etc. daría como resultado una pobreza total de 15,3 millones de chilenos, es decir el 90% de la población, exactamente el mismo número que arroja la distribución desigual de la riqueza.

Finalmente y sólo con afán de no olvidar, en chile el 10% de la población se queda con el 60% de la riqueza mientras el 90% se queda con el 40%. En palabras simples, si hubiesen diez chilenos sentados en una mesa con diez panes, un solo sujeto (apellídese Piñera, Larraín, Matte, etc.) se come 6 panes mientras los otros nueve se deben repartir las migajas de los 4 panes restantes. ¿¡Exijo una explicación!? ¿Por qué sólo se habla de la extrema pobreza y no de la extrema riqueza?



[1] Diario Uno, 2010. Disponible en http://www.diariouno.cl/portada/encuest-casen-por-que-chile-es-el-decimo-pais-mas-desigual-de-la-tierra/ Revisado el 28 de agosto de 2010 a las 19:00 hrs

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